lunes, 14 de marzo de 2011

En el Nombre del Mercado

Por Esteban Fernandez 
 Me parece que el consumismo como característica distintiva de la conducta de la época puede cuestionarse, al mismo tiempo que también hay varios indicadores que dan evidencia de que la tendencia es el consumismo. No solo el consumo masivo de productos (de producción masiva) como nunca en la historia de la humanidad se ha dado, sino que además el consumismo se expresaría en otras conductas que no tendrían que ver directamente con consumir bienes o servicios, sino con relacionarse con el otro y con uno mismo a modo consumista, donde uno mismo y el otro tienen un valor mercantil.
La acumulación por la acumulación: de la empresa que vende y acumula dinero y el consumidor que compra, y acumula objetos obsoletos (que pueden ser modificados con plugs bajados de internet). Son obsoletos porque no están respaldados con instituciones trascendentales, como lo puede ser la justicia, el conocimiento, el amor, la familia, etc. están respaldados por la competencia y la lucha por la acumulación.
¿Que significa un celular para mucha gente? ¿Que significa un auto? ¿Es una simple tecnología para facilitar ciertos aspectos de la vida? ¿no puede también significar un símbolo de status social? la gente mide a los otros y se mide a si mismo según como se cotice en la bolsa del imaginario social. ¿Quien es el mas reconocido socialmente? aquel que tiene mas oportunidades de acumulación de capital. ¿O acaso es aquel que aporta los conocimientos más profundos sobre algún tema crucial de la vida, por ejemplo? ¿o aquel que escribe las mejores y más profundas obras artísticas? Ser reconocido, es decir, ser afirmado por el Otro como ser humano pasa por la relación de este con el dinero (u objetos de consumo, que son una ecuación). Ningún objeto colma, y por eso el vacío existencial. Esos objetos sirven un tiempo (incluso el video juego modificable, incluso el sombrero de la barbie) pasan de moda, dejan de valer el dinero que valían, ya no son un objeto que me permita ser reconocido por el otro. Debo buscar el nuevo video, comprar el nuevo plug, la nueva barbie, el nuevo sombrero, y así según cada nueva temporada. La identidad moderna se mide en relación al valor de mercado. La identidad moderna fluctúa según los movimientos de la bolsa. No es un piso seguro, cambia todo el tiempo, la oferta y la demanda se regulan solas. El estado no puede intervenir. Perdón, no hay estado. La identidad de la persona esta regulada por una ley, que no es ni la ley de dios, ni la ley ancestral, ni la ley feudal ni la ley estatal. Es la ley del mercado la que estructura. Y la estructura subjetiva se presenta tan fluctuante como el mercado mismo. No hay anclajes trascendentales, clásicos, no hay esencias. Hay una realidad liquida, o gelatinosa si se me permite. Hoy estoy bien, mi auto esta en el ranking de los mas deseados. Mañana estaré mal, no pude cambiar mi viejo auto por el nuevo que trae dvd's en las llantas.
Mi idea no es de conspiraciones o engaños.
Mi idea es que pensar que hay una relación de casualidad entre el modo de vida puramente capitalista (aquel enmarcado en el valor mercantil) y el modo en que se desarrolla la teoría o técnica conductual-cognitiva, es una posición ingenua.
el conductismo o cognitivismo hace una reducción necesaria de las características del ser humano a conceptos recortados arbitrariamente, con el solo fin de poder descomplejizarlo, analizarlo, cuantificarlo y controlarlo. En su pretendida búsqueda de la verdad científica, deja de lado todo aquello que no entre en sus instrumentos de medición, como si todo aquello directamente no existiera.
¿Que tiene que ver esto con el desarrollo del capitalismo? Preguntarse y responderse que tiene que ver el Valor Mercantil (el concepto es original de Benbenaste) en nuestras vidas,  va a abrir un nuevo panorama.
Cuando hablo de política, no me refiero a partidos (o política partidaria), me refiero a lo que organiza a la humanidad. En nuestro caso, la humanidad esta organizada toda, globalizada, por un mismo valor. Ese valor no solo rige para el plano puramente político (clientelismo político), sino para las políticas en salud, la economía en general, el desarrollo de los conocimientos, la interacción entre las personas, etc.

Entonces, lo que planteo es que la psicología cognitiva es desarrollada y continua en la misma dirección de aquel sistema político que organiza el  todo (o tiende a la totalización). Su lógica de pensamiento, de observación, de deducción y de tratamiento no le hace ruido al sistema capitalista. No puede hacerlo, ya que se adapta al pragmatismo que le hace de base.

El sujeto de observación enmarcado como una maquina, no es una casualidad. Los conceptos mecánicos o tecnológicos con los que se abordan al objeto de estudio, no son sacados de la galera. La relación de oferta-demanda del terapeuta con su paciente-cliente, no son casualidad. La obturación del padecimiento para la readaptación al sistema (o al ¨mundo¨), no es casualidad. El sujeto no es una persona, es un conjunto de cualidades masomenos medibles. Esta ciencia se guía por esos números, no por el humano. ¿Se como entra en juego el Valor Mercantil del que hablaba? ¿Estará bien? ¿Estará mal? La realidad es que esa lógica esta, y que muchos intentan negar, quizás por ignorancia, quizás porque les resulta mucho mas fácil y practico seguir pensando a las personas como maquinas o sistemas, aunque ese modo de relacionarnos actualmente pueda ser lo patológico. Obviamente, visto desde otro punto de vista.
La relación entre los humanos, hoy en día y más que nunca, esta regido por el valor mercantil. ¿Como saber cuanto de positivo y cuanto de negativo tiene esto si no es escuchado en un consultorio, sino que este espacio es otro mas donde rige la misma lógica que nos hace padecer?